La onicofagia (morderse las uñas) es un hábito cuya incidencia es muy elevada, dándose tanto en hombres come en mujeres, no habiendo una diferencia muy significativa en el porcentaje entre ambos sexos. Sin embargo a las mujeres les suele afectar más por el hecho de llevar las uñas arregladas porque forman parte de los atributos externos femeninos. La persona que tiene este hábito suele tener pensamientos negativos respecto al problema sobre todo en situaciones en las cuales es inevitable que vean sus uñas. El hábito se acentúa más en las situaciones de estrés emocional. Casi siempre este hábito empieza con una conducta normal, por tener alguna irregularidad en las uñas, etc. La ansiedad de la persona que padece este problema aumenta la frecuencia e intensidad del hábito.