Los pacientes con este tipo de problemática son difíciles de tratar, unos más que otros dependiendo del tipo de trastorno que padezca la persona, siendo la terapia bastante larga y hay que tener en cuenta las conductas problemáticas del paciente y los síntomas. Suelen tener recaídas y las sesiones terapéuticas son difíciles por su negativismo al no querer aceptar otra forma diferente de abordar sus problemas Aunque en muchos casos suelen mejorar considerablemente con la terapia.

Las personas que tienen un trastorno de personalidad, sus patrones de reacción, percepción y relación no son flexibles y suelen ser desadaptados socialmente, no siendo conscientes que sus pensamientos y conductas suelen ser inadecuados.

Suelen tener problemas en el trabajo y en sus relaciones con los demás y las conductas que tienen suelen manifestarse en la edad adulta y se mantienen casi toda la vida.

La persona con esta problemática que busca ayuda por sí misma cree que sus problemas los causan otras personas o situaciones difíciles.

Este tipo de pacientes no suelen seguir el tratamiento que se le prescribe, suele tener ansiedad, depresión etc. debido al estrés que tiene.

Existen diferentes tipos de trastornos de personalidad por lo tanto los tratamientos suelen ser diferentes aunque algunas pautas generales se puede aplicar a todos.

A corto plazo ningún tratamiento cura un trastorno de personalidad pero ciertos objetivos se consiguen antes que otros.